Las narrativas transmedia se aplican en el periodismo y salen a la luz en diversos proyectos que aúnan las formas modernas y posmodernas. Sin embargo, estas no se han adaptado a todos los géneros periodístico debido a las características particulares que presenta cada uno. Además, la web da lugar a una hibridación en la que las fronteras se disuelven y se fusionan.
Como describe Zúñiga (2013) “los géneros periodísticos se están mezclando, lo que da como resultado una narración con distintos niveles de intensidad, en los cuales las acciones se desenvuelven de forma compleja” (p.161)
El reportaje
No obstante, el reportaje se consolida como el género al que mayor provecho pueden sacar las narrativas transmedia debido a que este permite la agrupación de géneros en su estructura. (Renó y Flores, 2012, citado en Martín y Santiago, 2017, p.8) Asimismo, según Larrondo (2016) resulta eficaz para experimentar con distintos formatos y lenguajes ya que “el transmedia posee también una clara funcionalidad para construir relatos periodísticos complejos” (p.42)
Por su parte, Gonçalves y Dos Santos (2013) consideran que los géneros verdaderamente adaptados al transmedia son aquellos nativos en la web como los newsgame, y sobre todo el reportaje. Estos autores coinciden con Renó y Flores (2012) en que este es un género transversal a todos los medios.
El reportaje se trata de “um gênero de profundidade que se diferencia das notícias pela obrigatoriedade de incluir contextualizações diacrônica e sincrônica, por permitir uma maior liberdade narrativa e por não ser tão perecível como uma notícia, o que lhe permite ter um ciclo de vida mais longo” («Un género de profundidad que se diferencia de las noticias por la obligatoriedad de incluir contextualizaciones diacrónicas y sincrónicas, por permitir una mayor libertad narrativa y por no ser tan perecedero como una noticia, lo que le permite tener un ciclo de vida más largo»). (Gonçalves y Dos Santos, 2013, p.64)
Por tanto, el periodismo de investigación resulta idóneo para llevar a cabo historias periodísticas transmedia. Este tipo se configura durante un tiempo prolongado para que sea efectivo, por lo que casa con la producción transmedia en tanto que también se aleja de la inmediatez. Además, aborda temas complejos que presentan ramificaciones como las secuelas de una guerra o las luchas sociales. (Robledo, 2016, p.74)
A modo de ejemplo cabe aludir la retroalimentación existente entre la emisora de radio y su web, donde la información se amplía y se adapta al propio medio. Desde las ondas se llama al acceso a la web y a la participación de sus oyentes. Los llamados reportajes transmedia de la COPE reflejan esta práctica. Larrondo (2016) destaca que estos “son accesibles desde la sección de Interactivos del sitio web de la emisora y destacan por su contenido de audio y por dar acceso a plataformas de medios sociales como Facebook y Twitter” (p.43).
En definitiva, las prácticas han demostrado que el reportaje presenta unas características acordes con la esencia del transmedia, de forma que encajar sus narrativas a este género no resulta arbitrario. Su afinidad se debe a dos factores: la necesidad de un tiempo largo para su elaboración y el tratamiento de temas más complejos que se quedan escasos presentados en noticias del día a día.
“Hacer reportaje transmedia es un verdadero ejercicio para la mente y, además, es un trabajo de diseño de lenguaje, y no sólo de la construcción de contenidos informativos. Es un arte. Es un constante desafío. Pero es un desafío posible de superar y adoptar”. (Porto y Flores, 2012, p.107)
Pensando en transmedia 